Regeneramos la fertilidad del suelo expuesto a prácticas agrícolas intensivas o productos agresivos:
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Abonamos el suelo de cultivo con minerales naturales aportando harina de rocas.
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Incrementamos la capa fértil con materia orgánica.
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Multiplicamos los microorganismos eficientes potenciando la vida microbiana
El objetivo de un suelo vivo es crear la base donde cultivaremos plantas fuertes y sanas
Estabilizamos terrenos erosionados por situaciones climáticas adversas:
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Con barreras vegetales estrategicamente colocadas que retienen la capa fértil del suelo.
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Con setos cortavientos que posteriormente triturados incorporan materia orgánica al suelo.
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Con cubiertas vegetales
Considerando que nuestro capital es el suelo, es imprescindible retenerlo en nuestra parcela protegiéndolo de la erosión.